Con 107 votos a favor, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó en segundo debate la reforma integral al Icetex, una iniciativa que busca transformar la entidad, limitar las tasas de interés, eliminar la capitalización de intereses y ofrecer acompañamiento psicológico a los estudiantes. El proyecto, impulsado por la representante Catherine Juvinao, pasa ahora al Senado para continuar su trámite legislativo.
La reforma pretende cambiar el enfoque con el que opera la institución, que históricamente ha sido criticada por sus altos intereses y el trato similar al de un banco. “El Icetex no puede prestar crédito educativo como si estuviese prestando para un carro o para unas vacaciones. Está prestando para que los jóvenes puedan estudiar”, señaló Juvinao, autora y ponente del proyecto.
El articulado establece un límite máximo de pago equivalente a 1.5 veces el valor del préstamo, para evitar que los intereses superen el monto inicial. Además, prohíbe expresamente la capitalización de intereses, es decir, el cobro de intereses sobre intereses, una práctica que —según la representante— “ha condenado a miles de estudiantes a pagar dos o tres veces lo que les prestaron”.
Condonaciones y salud mental para los beneficiarios
Otro de los puntos clave del proyecto es la creación de una política integral de condonaciones, que no dependerá de decisiones discrecionales del presidente o del director del Icetex de turno. Asimismo, se contempla un programa de salud mental para acompañar a los estudiantes durante todo el proceso de financiación, desde la solicitud del crédito hasta su cancelación.
La medida busca responder a los altos niveles de ansiedad y depresión reportados entre jóvenes que enfrentan deudas prolongadas y cuotas impagables. “Queremos que el Icetex sea una entidad humana y solidaria, no un banco más”, enfatizó la congresista de la Alianza Verde.
El proyecto, respaldado por una mayoría multipartidista, fue presentado como una reforma estructural para garantizar el acceso equitativo a la educación superior y aliviar la carga financiera de miles de estudiantes. La reforma también propone que la entidad tenga carácter social y quede bajo la vigilancia de la Superintendencia Financiera, fortaleciendo la transparencia y la rendición de cuentas.
La iniciativa deberá superar ahora dos debates más en el Senado de la República, donde se definirá su aprobación final.







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