El presidente colombiano, Gustavo Petro, arremetió este lunes contra el mandatario estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, a quienes acusó de ser cómplices del genocidio en Gaza. Las declaraciones se dieron en un consejo de ministros transmitido al país, en un contexto de tensión diplomática con Estados Unidos tras la revocación de su visa.

Petro afirmó que Trump debería enfrentar la cárcel si continúa respaldando los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza. Además, reiteró que el ejército estadounidense “no le debe obedecer”. Según el mandatario, “Netanyahu es capturable en los Estados Unidos” y criticó que no se haya ejecutado ninguna medida contra el primer ministro israelí durante su asistencia a la Asamblea General de Naciones Unidas.

El jefe de Estado sostuvo que Estados Unidos “está quebrando la ley internacional” y pidió a la ONU actuar de inmediato frente a lo que calificó como crímenes de guerra en Gaza. También cuestionó la actuación de la potencia norteamericana y la interpretación del Estatuto de Roma, recordando que este establece crímenes contra la humanidad y mecanismos de justicia internacional.

En su intervención, Petro criticó el uso de Target 360 por parte de la Policía y la Fiscalía colombiana, una tecnología adquirida a través de un acuerdo con EE. UU., señalando que la empresa desarrolladora, Elbit Systems, estaría vinculada a los bombardeos en Gaza.

El presidente también se refirió a la descertificación de Colombia en la lucha contra el narcotráfico por parte de Estados Unidos, calificándola como “estúpida” e “injusta” y responsabilizando a un supuesto error en un informe de la ONU sobre cultivos de hoja de coca.

Cambios en política exterior y embajadas

Petro anunció que habrá cambios en el personal de las embajadas, señalando que se reemplazarán aquellos diplomáticos que, según él, no sigan la línea del Gobierno en política internacional. En particular criticó el manejo de las relaciones con China y aseguró que algunos funcionarios habían saboteado la agenda diplomática.

“Todos los embajadores que yo llamo blancos, porque según crearon en la diplomacia feudal, se van. Se reemplazan por personas que siguen la línea del presidente en materia internacional”, afirmó.

El mandatario reiteró su cuestionamiento a Naciones Unidas, señalando que no deberían arrodillarse ante gobiernos que, según él, son cómplices de genocidio. Con esto, el presidente colombiano deja en claro su postura crítica frente a la política exterior de EE. UU. y sus relaciones con Israel, y marca un giro en la estrategia diplomática de su gobierno ante organismos internacionales.