La decisión del Departamento de Estado de EE. UU. de cancelar la visa al presidente Gustavo Petro desató una cadena de renuncias y suspensiones que ya afecta a varios altos funcionarios del Ejecutivo. En las últimas horas, los ministros de Minas, Edwin Palma, y de Hacienda, Germán Ávila, así como la superintendente de Industria y Comercio, Cielo Rusinque, confirmaron que también perdieron o renunciaron voluntariamente a su visado.
El primero en revelar la decisión fue el ministro Edwin Palma, quien compartió un correo de la Embajada de Estados Unidos notificándole la cancelación de sus visas oficiales y personales (A1 y B1/B2). “Sus visas ya no son válidas para viajar a los Estados Unidos”, decía el mensaje. El funcionario, sin embargo, reaccionó con ironía, “Gaza bien vale una visa”, escribió en su cuenta de X.
Poco después, la canciller Rosa Villavicencio anunció que renunciaba voluntariamente a su visa estadounidense como muestra de respaldo al mandatario. “Como ministra de Relaciones Exteriores he decidido renunciar al visado estadounidense. Nuestra soberanía no se arrodilla. Colombia se respeta”, afirmó en redes sociales.
Más miembros del gabinete se suman al gesto político
A la lista se sumaron Germán Ávila, ministro de Hacienda, y Cielo Rusinque, superintendente de Industria y Comercio. Ávila señaló que su decisión es “un acto de solidaridad con el presidente Petro y una respuesta digna ante la agresión del gobierno estadounidense”.
Por su parte, Rusinque justificó su renuncia en términos políticos e ideológicos: “La política imperialista pretende censurar a quienes alzan su voz para denunciar el abominable genocidio en Gaza”, escribió en sus redes sociales.

También la directora del Dapre, Angie Rodríguez, habría perdido su visa, según informó Caracol Radio.
El origen del conflicto diplomático
La cancelación de la visa de Petro se produjo luego de su discurso en Times Square, Nueva York, junto al músico británico Roger Waters. Durante el acto, el mandatario colombiano acusó al gobierno de Donald Trump de apoyar los “crímenes de guerra” de Israel en Gaza y llamó a los soldados estadounidenses a desobedecer las órdenes de su presidente.
Esa declaración habría sido el detonante de la decisión de Washington, interpretada como una sanción directa al jefe de Estado colombiano.
En contexto: EE.UU. le revocó la visa de Gustavo Petro tras su llamado a soldados norteamericanos a desobedecer a Trump
El gesto de renuncia colectiva dentro del gabinete refleja el respaldo político a Petro y marca un nuevo punto de tensión entre Bogotá y Washington. Aunque la Embajada de Estados Unidos no ha emitido comentarios oficiales adicionales, la medida se percibe como una señal de deterioro en la relación bilateral.
En el Ejecutivo colombiano, la reacción ha sido de cierre de filas. “Para trabajar por nuestro pueblo no necesitamos visa”, escribió el ministro Ávila. Mientras tanto, el presidente Petro no se ha pronunciado directamente sobre la ola de cancelaciones, pero sus aliados interpretan el episodio como una muestra de soberanía frente a Estados Unidos.







Deja un comentario