El presidente Gustavo Petro reaccionó nuevamente a la decisión del Gobierno de Estados Unidos de retirarle la visa, esta vez con un mensaje más institucional en el que acusó a Washington de violar las normas de inmunidad diplomática que protegen a los jefes de Estado durante las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Lo que hace el Gobierno de Estados Unidos conmigo rompe todas las normas de inmunidad en que se basa el funcionamiento de las Naciones Unidas y su Asamblea General”, escribió el mandatario en su cuenta de X. Según explicó, los Estados miembros que participan en la Asamblea General gozan de inmunidad plena, por lo que la revocatoria de su visado constituye —a su juicio— una vulneración directa de los principios del derecho internacional.
El mandatario argumentó que la negativa del Gobierno estadounidense de permitir la entrada del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y la decisión de retirarle su visa por pedir a los ejércitos de Estados Unidos e Israel “no apoyar un genocidio”, demuestran que Washington “ya no cumple con el derecho internacional”.

En su pronunciamiento, Petro fue más allá y planteó que la sede de las Naciones Unidas “no puede continuar en Nueva York”. “Si un país se atribuye el derecho de condicionar las opiniones o castigar a los mandatarios que participan en la Asamblea, entonces el principio de igualdad entre las naciones queda destruido”, manifestó el jefe de Estado, quien regresó este sábado a Bogotá tras su participación en la Asamblea General.
Washington lo acusa de incitar a la desobediencia militar
El Departamento de Estado de Estados Unidos justificó su decisión argumentando que Petro “instó a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incitar a la violencia” durante una manifestación propalestina en Times Square, Nueva York.
“Por estas acciones imprudentes y provocadoras, revocaremos la visa de Petro”, señaló el comunicado oficial publicado el viernes en la red social X.
Durante la protesta, el presidente colombiano —megáfono en mano y acompañado del músico Roger Waters— pidió a los soldados estadounidenses “no apuntar contra la humanidad sus fusiles” y “desobedecer la orden de Trump”.
El nuevo choque diplomático ha generado preocupación en sectores políticos y empresariales de Colombia, que piden un manejo más prudente de la relación bilateral con Estados Unidos, principal socio comercial y aliado estratégico del país.
Analistas recuerdan que no es la primera vez que Washington toma una medida similar, en los años 90, el entonces presidente Ernesto Samper también perdió su visa tras las denuncias por financiación ilícita de su campaña electoral.
Con este nuevo episodio, las tensiones entre la Casa de Nariño y la administración Trump escalan a su punto más alto desde el inicio del actual mandato, dejando abierta una crisis diplomática que podría marcar un antes y un después en la relación entre ambos países.







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