La delegación de Colombia, encabezada por la vicepresidenta Francia Márquez y la canciller Rosa Villavicencio, abandonó hoy la Asamblea General de Naciones Unidas en señal de protesta durante la intervención del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

El retiro ocurrió en el momento en que Netanyahu tomó la palabra; El Gobierno explicó que la medida buscó no legitimar discursos que, a su juicio, justifican la guerra y la ocupación en Gaza. La protesta fue comunicada públicamente en un mensaje de la Cancillería en X.

La ministra Villavicencio afirmó en el video que “no podemos legitimar con nuestra presencia un discurso que justifica la guerra y la ocupación” y agregó, “Colombia no será cómplice del silencio”. La canciller calificó la acción como “un acto diplomático no violento” para manifestar rechazo ante lo que describió como violaciones al derecho internacional y a los derechos humanos del pueblo palestino.

La vicepresidenta Márquez dijo que la decisión se tomó en el momento, aunque había un acuerdo previo entre los asistentes para levantarse cuando Netanyahu interviniera. “Propusimos entre los que estábamos ahí pararnos cuando este señor llegara”, explicó, y sostuvo que permanecer en silencio habría sido una falta de solidaridad con las víctimas.

Reacciones y contexto internacional

Cerca de un centenar de delegados de varios países también abandonó el salón, en lo que fue una salida masiva que dejó al primer ministro israelí frente a un auditorio visiblemente vacío. En los balcones, por el contrario, varios asistentes con kipá y lazos amarillos aplaudieron y vitorearon a Netanyahu. Afuera de la sede de la ONU se desarrollaron manifestaciones tanto de apoyo como de rechazo, en una ciudad con una numerosa comunidad judía.

En su intervención, Netanyahu defendió la ofensiva en Gaza y aseguró que busca “terminar el trabajo” contra Hamás. El discurso se dio en el marco de un conflicto que comenzó el 7 de octubre de 2023 y que, según diversas fuentes internacionales, ha provocado miles de víctimas civiles y una crisis humanitaria en la Franja de Gaza.

La salida de la delegación colombiana constituye un gesto diplomático de protesta que suma tensiones a la agenda de la Asamblea General. Queda por verse cómo influirá esta decisión en el diálogo multilateral sobre el conflicto y en las relaciones bilaterales en los próximos días.