El congresista estadounidense Gregory W. Meeks, miembro del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, solicitó al presidente Donald Trump mantener la certificación de Colombia en la lucha contra las drogas, advirtiendo que una decisión en sentido contrario pondría en riesgo la seguridad de Estados Unidos y fortalecería a las organizaciones criminales transnacionales.

En una carta enviada a la Casa Blanca, Meeks recordó que la alianza con Colombia ha sido clave durante más de dos décadas en las políticas conjuntas contra el narcotráfico. Según explicó, esa cooperación ha permitido desmantelar redes criminales, reforzar el Estado de derecho y consolidar a las fuerzas de seguridad colombianas como unas de las más capacitadas de la región.

El legislador enfatizó que descertificar a Colombia, sin excepciones que permitan mantener la asistencia, daría ventaja a grupos designados incluso como organizaciones terroristas extranjeras. “Una medida de ese tipo pondría en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos al fortalecer a los actores criminales transnacionales”, señaló Meeks.

En su comunicación, añadió que debilitar la cooperación bilateral limitaría la capacidad de cualquier futuro gobierno colombiano para contener la violencia y expandir las operaciones antinarcóticos.

Meeks respaldó su llamado con cifras recientes: entre enero de 2024 y junio de 2025, el 85 % de la inteligencia procesada por la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur provino de Colombia. Solo en 2024, el país sudamericano incautó cerca de 1.000 toneladas de cocaína, lo que representó el 65 % de las incautaciones mundiales. Además, este año podría alcanzarse un récord de 288 extradiciones hacia Estados Unidos.

El congresista también resaltó el sacrificio de las autoridades colombianas, recordando el asesinato de 13 policías en Antioquia durante operativos de erradicación. “Ese es el costo de enfrentar directamente al narcotráfico”, afirmó.

Finalmente, advirtió que una ruptura en la cooperación abriría espacio a potencias como Rusia, China e Irán para aumentar su influencia en América Latina. Para Meeks, cada dólar invertido en Colombia “fortalece instituciones democráticas, debilita las redes criminales y protege la seguridad nacional de Estados Unidos”.

El debate sobre la certificación de Colombia se desarrolla en un momento clave para la agenda bilateral, en el que ambos países buscan sostener los avances frente al narcotráfico.