El presidente Gustavo Petro solicitó este martes la liberación del opositor venezolano Enrique Márquez y de los colombianos detenidos en Venezuela, al considerar que la injusticia ejercida desde el poder impide la defensa del país vecino.
A través de su cuenta en X, el mandatario recordó que Márquez lleva ocho meses detenido y que, junto a él, permanecen 38 connacionales –35 hombres y tres mujeres– sin que se conozcan con claridad los cargos en su contra. “No se podrá defender Venezuela de la injusticia si la injusticia se ejerce desde el poder”, afirmó Petro, instando además a la reconciliación y al diálogo en el país vecino.
La intervención del presidente colombiano surge tras una carta de Sonia Lugo, esposa del dirigente opositor, quien denunció que su detención ha sido un acto arbitrario que afecta no solo a Márquez, sino a su familia. “Se cumplieron ocho meses desde que la injusticia golpeó la puerta de nuestra casa para llevarse no solo a un hombre honesto, sino también a un esposo, un padre, un hijo y un venezolano íntegro”, señaló Lugo en el mensaje compartido por Petro.
En enero, Petro ya había sostenido ante el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, que el Frente Popular Democrático, plataforma de la que hace parte Márquez, “no es una organización delincuencial”, lo que generó críticas del funcionario venezolano. Desde entonces, el presidente colombiano ha reiterado su respaldo a Márquez y a otros ciudadanos detenidos por razones políticas.
Según un derecho de petición presentado a la Cancillería, 38 colombianos permanecen detenidos en distintos lugares de Venezuela sin información clara sobre su situación jurídica.
El abogado Andrés Soto advirtió que el régimen venezolano “continúa sin informar sobre su paradero, los cargos atribuidos ni su situación legal, e impide la asistencia consular, violando la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares”.
En mayo pasado, el Gobierno colombiano afirmó que mantiene comunicación constante con las autoridades de Venezuela para gestionar la liberación de al menos veinte connacionales, mientras familiares y amigos de los detenidos solicitan la intervención del Ejecutivo y del Congreso para asegurar su pronta liberación.
Petro insistió en que la defensa de Venezuela requiere unión y justicia. “Un pueblo dividido es fácil de invadir. Hora del diálogo, la reconciliación y la unión en Venezuela”, concluyó el mandatario, subrayando la necesidad de proteger los derechos de quienes están detenidos sin debido proceso.







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