El ministro del Interior, Armando Benedetti, presentó acciones disciplinarias contra los alcaldes de Medellín, Federico Gutiérrez, y de Cali, Alejandro Eder, por presunta usurpación de funciones en el marco de su visita oficial a Washington.

El jefe de la cartera política explicó que la denuncia fue radicada ante el procurador general, Gregorio Eljach, al considerar que los mandatarios regionales no solicitaron el permiso correspondiente para salir del país. Según Benedetti, la autorización debía provenir del presidente de la República y no del gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón.

“Tenían que haber pedido permiso al presidente, no lo hicieron, y eso constituye una falta. Además, pretenden asumir competencias que solo corresponden al Gobierno Nacional”, señaló el ministro en declaraciones a El Espectador.

Benedetti argumentó que los alcaldes estarían actuando fuera de la ley al reunirse en Washington con funcionarios estadounidenses en temas relacionados con seguridad y certificación antidrogas, asuntos que solo corresponden a la Presidencia. El ministro citó la Ley 1617 de 2013, que regula a los distritos especiales, y la Ley 136 de 1994 sobre la administración municipal, para respaldar su posición.

“El problema no es el viaje, sino que buscan presentarse como voceros del país cuando no tienen esas facultades. Lo que hacen es un show político porque nada de lo que digan allá servirá para certificar o descertificar a Colombia”, afirmó Benedetti.

Respuesta de los alcaldes

Desde Estados Unidos, los mandatarios defendieron su agenda internacional. Alejandro Eder aseguró que sus actuaciones son legales y que la visita busca fortalecer la cooperación con ese país en beneficio de la ciudadanía. “Este no es el primero ni será el último viaje de internacionalización que emprenda mi administración. Lo hacemos por la gente de Cali”, expresó en entrevista con Revista Semana.

Federico Gutiérrez, por su parte, sostuvo que su presencia en Washington responde a la necesidad de gestionar apoyo para Medellín y no a un intento de intervenir en decisiones de política antidrogas. “Nuestro deber es conseguir lo mejor para nuestras ciudades”, afirmó.

La controversia se da en un momento de tensiones entre el Gobierno Nacional y los mandatarios locales, especialmente frente a la política antidrogas y la relación con Estados Unidos. Incluso, la Embajada de Colombia en Washington emitió un comunicado en el que lamentó que algunos alcaldes prioricen agendas políticas sobre los intereses nacionales.

El caso ahora queda en manos de la Procuraduría, que deberá evaluar si existió una falta disciplinaria. Entretanto, la gira de los alcaldes continúa en Estados Unidos con reuniones que, según ellos, están enfocadas en promover la cooperación internacional.