El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, confirmó que presentó su carta de renuncia al presidente Gustavo Petro, aunque reiteró su intención de permanecer en el Gobierno hasta la finalización del actual mandato.

El anuncio lo hizo este lunes, 8 de septiembre, durante la rendición de cuentas de su cartera. Allí explicó que la renuncia fue solicitada por la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Angie Rodríguez, en el marco de los cambios ministeriales que evalúa el Ejecutivo tras la elección de Carlos Camargo como magistrado de la Corte Constitucional.

“Si a uno le piden una carta pues uno la radica, pero en últimas será el presidente quien decida quiénes seguimos acompañando esta tarea. Yo aspiro a seguir en el Ministerio hasta el cierre del Gobierno, para dejar legados y realizaciones importantes”, señaló Sanguino.

El funcionario recalcó que su continuidad dependerá de la decisión del presidente Petro, pero aseguró que mientras tanto mantiene sus labores en la cartera laboral. “Los ministros dependemos de quien es el depositario de la voluntad popular, que es el presidente de la República. Así que estaremos junto con él hasta que él lo determine”, indicó.

En su discurso agregó que el Ministerio avanza en la reglamentación de la reforma laboral y en la mediación de conflictos sindicales, tareas que, según dijo, “comprometen con el alma y el corazón” a su equipo de trabajo.

Otros ministros en la cuerda floja

Además de Sanguino, también fueron llamados a presentar su renuncia el ministro de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Julián Molina, y la ministra de Comercio, Diana Morales.

En el caso de Morales, su continuidad estaría en entredicho por las posiciones del Partido Liberal, colectividad a la que pertenece y que respaldó a Camargo en la votación para la Corte Constitucional. Molina, por su parte, cercano al Partido de la U, asumió la cartera TIC en marzo y completaba medio año en el cargo.

La decisión final sobre los cambios en el gabinete está ahora en manos del presidente Gustavo Petro, en un momento en que el Gobierno busca recomponer fuerzas tras el remezón político en la Corte Constitucional.