El ministro del Interior, Armando Benedetti, anunció que denunciará a los alcaldes de Medellín y Cali por viajar a Estados Unidos sin autorización del presidente de la República. Según el funcionario, los mandatarios locales estarían asumiendo competencias que son exclusivas del jefe de Estado.

Benedetti cuestionó que los alcaldes Federico Gutiérrez y Alejandro Éder adelantaran reuniones en Washington, asegurando que su agenda no tenía relación con los temas de cooperación ni con la certificación en la lucha antidrogas. “Ellos están usurpando funciones que corresponden al presidente, como las relaciones exteriores, el orden público y la seguridad nacional. Lo que hicieron fue un show político”, afirmó.

El jefe de la cartera política señaló que, aunque los concejos municipales otorgaron permiso a los mandatarios para salir del país, la autorización también debía ser solicitada al Gobierno Nacional debido a la naturaleza de las reuniones. “Se fueron sin autorización. Ahí surge la pregunta de si también se trata de un abandono del cargo”, advirtió.

Benedetti agregó que la cooperación con Estados Unidos ya se encuentra definida en convenios oficiales y que cualquier gestión paralela “ni quita ni pone”. En tono crítico, afirmó que, si se tratara de un viaje personal, como unas vacaciones, no sería necesario el aval presidencial, pero que en este caso los encuentros tuvieron carácter político y requerían autorización.

Respuesta del presidente Petro

El presidente Gustavo Petro también intervino en la controversia. En respuesta a un mensaje del alcalde Federico Gutiérrez en la red X, donde expresó preocupación por un eventual escenario de descertificación y acusó presiones desde la Casa de Nariño, el mandatario contestó: “Puede preocuparse todo lo que quiera, pero defender la Constitución no es amenaza. Ustedes, como la paz, la hacen trizas; nosotros la respetamos”.

En contexto: Petro insiste en que alcaldes deben pedir permiso para viajar a EE. UU.

La Sala Plena del CNE deberá resolver en septiembre si la coalición oficialista se consolida como partido único, pero en paralelo, la tensión entre el Ejecutivo y los mandatarios locales abre un nuevo frente de confrontación política en medio del calendario electoral de 2026.