El Consejo Nacional Electoral estudia una ponencia que avala la fusión de varias colectividades dentro del Pacto Histórico, pero deja por fuera a Colombia Humana, Progresistas y Minga Indígena, lo que genera tensión en la coalición de Gobierno.
La propuesta, presentada por el magistrado Altus Baquero, autoriza la unión del Polo Democrático, la Unión Patriótica y el Partido Comunista bajo la figura del Pacto Histórico como partido único. Sin embargo, argumenta que Colombia Humana no cumplió con los requisitos estatutarios en el trámite de fusión.
Según el documento, de los 114.381 militantes inscritos en Colombia Humana, se requerían más de 76.000 participantes para deliberar y al menos 50.000 votos afirmativos. Solo 1.280 delegados asistieron a la sesión, cifra que, de acuerdo con el CNE, no cumple el quórum exigido.
El anuncio provocó rechazo inmediato dentro del petrismo. La secretaria general de Colombia Humana, Andrea Vargas, aseguró que la ponencia busca “entorpecer el proceso organizativo que garantiza la continuidad del proyecto político que hoy gobierna el país”. Por su parte, la senadora Gloria Inés, presidenta del movimiento, calificó la medida como “una afrenta” y advirtió que “dejar por fuera a Colombia Humana busca fracturar la unidad”.

El representante Alejandro Toro agregó que la colectividad ha cumplido con los requisitos legales y que la decisión vulnera el derecho a la participación política. En esa línea, anunció que seguirán impulsando medidas cautelares para evitar que el movimiento quede excluido.
Tutela y votación pendiente
El representante Gabriel Becerra informó que la tutela presentada contra el CNE por la dilación en el proceso ya fue admitida. Esto obliga al tribunal electoral a pronunciarse en un plazo de un día hábil sobre la solicitud de fusión presentada desde el 13 de julio.
La Sala Plena del CNE tiene previsto votar la ponencia el 17 de septiembre de 2025. De esa decisión dependerá si el Pacto Histórico logra consolidarse como un único partido o si afronta las próximas elecciones con una fractura en sus principales movimientos.
La definición del caso será determinante no solo para la coalición de Gobierno, sino también para el mapa político de cara a los comicios legislativos y presidenciales, donde está en juego la personería jurídica de varias colectividades. El pulso queda abierto a la espera de la votación final.







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