El Pacto Histórico oficializó el cierre de inscripciones para sus precandidaturas a la Presidencia, Senado y Cámara de Representantes de cara a las elecciones de 2026. En total, el proceso reunió a más de mil interesados, de los cuales diez buscan la Casa de Nariño, 165 el Senado y 401 la Cámara.

En la lista de presidenciables quedaron figuras de peso político como Gustavo Bolívar, Daniel Quintero, María José Pizarro, Susana Muhamad, Carolina Corcho, Gloria Flórez y Alí Bantú. A ellos se sumaron en la recta final Iván Cepeda, en representación del Polo Democrático; Gloria Inés Ramírez, respaldada por el Partido Comunista; y Alfredo Saade, quien inscribió su nombre tras quedar en firme la inhabilidad que lo apartó del proceso de los pasaportes.

El movimiento reportó 165 inscripciones para la Cámara Alta, con la meta de mantener las 20 curules alcanzadas en el último cuatrienio y asegurar mayorías a partir de alianzas en 2026. Entre los nombres destacados figuran David Racero, actual representante por Bogotá; Alejandro Ocampo, del Valle del Cauca; y Walter Rodríguez, conocido en redes sociales como “Wally Opina”, quien busca dar el salto desde el activismo digital a la política nacional.

Competencia en la Cámara

Para la Cámara de Representantes se registraron 401 aspirantes. Dentro de ellos están congresistas que buscan repetir curul como María del Mar Pizarro, Gabriel Becerra, María Fernanda Carrascal, Alfredo Mondragón y David Alejandro Toro. También aparecen figuras vinculadas al activismo digital y cultural, como la creadora de contenido Laura Daniela Beltrán (“SmileLalis”), David Porras y el caricaturista Julio César González (“Matador”).

El Comité Político del Pacto Histórico precisó que todas las precandidaturas pasarán ahora a revisión de los Comités de Ética y Garantías Electorales, encargados de verificar requisitos legales y coherencia política de los postulados. Según el movimiento, el propósito es asegurar que cada nombre represente los principios y valores de la coalición.

El proceso de depuración interna se desarrollará en paralelo a las discusiones sobre la legalidad de la fusión y escisión de partidos en el Consejo Nacional Electoral, un escenario que podría definir el rumbo de la izquierda en las elecciones de 2026.