Gustavo Petro llama «asesino» a Donald Trump tras ataque a barco en el Caribe de Venezuela

El presidente Gustavo Petro cuestionó con dureza la operación militar de Estados Unidos en aguas del Caribe que dejó once personas muertas a bordo de una embarcación señalada de transportar drogas desde Venezuela.

“Si esto es verdad, es un asesinato en cualquier parte del mundo”, escribió el mandatario en su cuenta de X, en referencia a las imágenes del ataque divulgadas por el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio. En el video se observa el momento en que una unidad estadounidense abre fuego contra la nave.

Petro advirtió que quienes suelen tripular estas embarcaciones no son los grandes jefes del narcotráfico, sino jóvenes pobres de las costas del Caribe y el Pacífico. Recordó que en Colombia, pese a décadas de lucha contra las drogas, la política ha estado enfocada en capturar a los transportadores sin recurrir a ejecuciones.

Desde Washington, el expresidente Donald Trump había anticipado la noticia al señalar que el Ejército de su país “liquidó” la embarcación en alta mar como parte de su ofensiva para frenar el flujo de drogas en la región.

La Casa Blanca defendió el despliegue naval, compuesto por destructores, un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear, asegurando que la operación se enmarca en la lucha contra redes criminales catalogadas como amenazas regionales.

Tensiones diplomáticas

Las declaraciones de Petro se suman a una serie de choques recientes con funcionarios estadounidenses. Hace tres semanas, Rubio calificó al mandatario colombiano de “errático” y expresó preocupación por la situación del país tras el asesinato del senador y precandidato Miguel Uribe. El jefe de Estado respondió cuestionando la política exterior de Washington y acusando a Estados Unidos de guardar silencio frente a las acciones militares de Israel en Gaza.

En foros internacionales, Petro ha insistido en que la estrategia contra el narcotráfico debe priorizar soluciones sociales por encima de las operaciones militares. Según él, el actual modelo perpetúa la violencia sin afectar las estructuras de poder que sostienen el negocio ilegal.

El más reciente ataque en el Caribe revive las diferencias entre Bogotá y Washington sobre la manera de enfrentar el narcotráfico. Mientras Estados Unidos refuerza la vía militar, el gobierno colombiano insiste en un enfoque centrado en la justicia social y el respeto a los derechos humanos.

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