“Hoy ha sido un día de muerte”: Gustavo Petro condenó los atentados en Cali y Antioquia

Colombia vivió este jueves una de las jornadas más violentas de 2025. Dos atentados —un carro bomba en Cali y el derribo de un helicóptero en Amalfi, Antioquia— dejaron al menos 18 muertos y más de 70 heridos, lo que llevó al presidente Gustavo Petro a plantear medidas excepcionales frente a los grupos armados ilegales.

Desde Valledupar, en un acto público, el mandatario condenó los hechos y guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas. “Hoy ha sido un día de muerte en muchas regiones del país (…) ocho miembros de la Policía Nacional muertos en Amalfi y cinco civiles en Cali”, dijo.

En Cali, un carro bomba explotó cerca de la Base Aérea Marco Fidel Suárez, causando seis muertos y más de 50 heridos. El alcalde Alejandro Éder ordenó la militarización de la ciudad y reforzó la seguridad en entradas y salidas.

En Antioquia, un helicóptero de la Policía fue derribado con un dron cargado de explosivos en la vereda El Toro, Amalfi. El ataque dejó 12 uniformados muertos y fue atribuido al frente 36 de las disidencias de las FARC, bajo el mando de alias ‘Barbas’, en alianza con estructuras del ELN.

Respuesta del Gobierno

Petro afirmó que los ataques son una represalia a la ofensiva militar contra la columna Carlos Patiño en el Cañón del Micay. En ese marco, pidió a la comunidad internacional declarar a las disidencias de las FARC, la Segunda Marquetalia y el Clan del Golfo como organizaciones terroristas.

Asimismo, anunció que solicitará a la Corte Penal Internacional abrir una investigación contra los líderes de estas estructuras, “Son criminales de guerra que acuden al terror. Son criminales contra la humanidad”, señaló.

El Gobierno evalúa decretar el estado de conmoción interior, lo que le otorgaría facultades extraordinarias en materia de seguridad y economía durante 90 días, prorrogables. Según fuentes oficiales, el borrador ya está en revisión y podría anunciarse en las próximas horas.

La escalada de violencia llevó al gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, a pedir coordinación urgente con la Casa de Nariño. “Se trata de un asunto de vida y muerte”, advirtió.

Mientras tanto, el país queda a la expectativa de si el presidente adoptará medidas de excepción, en medio de un escenario de guerra abierta contra las principales estructuras del narcotráfico y las disidencias armadas.

Deja un comentario