La tensión política en Colombia se agudizó este miércoles 20 de agosto, cuando los partidos de oposición Centro Democrático y Cambio Radical decidieron no asistir a la reunión convocada por el Gobierno en la Casa de Nariño para discutir el Presupuesto General de la Nación.

La decisión se conoció mientras el proyecto avanzaba en las comisiones económicas del Congreso, escenario en el que ambas colectividades insisten que debe librarse el debate. Con ello, las bancadas marcaron distancia de la estrategia del Ejecutivo, al que acusan de promover un diálogo que no refleja una apertura real a sus propuestas.

Desde el Centro Democrático se denunció que el Gobierno ha mostrado poca disposición para corregir el rumbo fiscal. Según cifras de la bancada, la burocracia creció en un 40% y el costo burocrático en un 50%, lo que consideran un aumento injustificado del gasto estatal en un contexto de caída del recaudo tributario. En su criterio, insistir en más cargas fiscales sin recortar el gasto público agrava la situación financiera del país.

“No hay ningún esfuerzo creíble por parte del Ejecutivo para corregir el rumbo; por el contrario, creció la burocracia en un 40% y el costo burocrático en 50%”, señalaron en declaraciones recogidas por Colprensa. Los congresistas añadieron que la asistencia a la reunión en la Casa de Nariño carece de sentido, pues el Congreso sigue siendo el espacio legítimo y transparente para discutir el presupuesto nacional.

Cambio Radical también rechazó la convocatoria, cuestionando el presupuesto presentado para 2026, al que calificaron como “una burla” por estar desfinanciado y atado a una reforma tributaria que aún no ha sido radicada. Según la bancada, la propuesta está sustentada en “posibles ingresos” que ponen en riesgo la sostenibilidad fiscal del país.

“El presupuesto presentado para 2026 constituye una burla, pues está desfinanciado y atado a una reforma tributaria que aún no ha sido presentada, proyectado sobre ‘posibles ingresos’ que ponen en riesgo la sostenibilidad fiscal del país”, aseguraron los siete congresistas de la colectividad.

Además, advirtieron sobre un incremento de COP 29,7 billones en los gastos de funcionamiento, lo que, a su juicio, prioriza el crecimiento de la burocracia sobre la inversión social y las necesidades reales de la población. En esa línea, insistieron en que el debate debe concentrarse en las Comisiones Terceras y Cuartas del Congreso, donde consideran que existe la capacidad técnica para un análisis serio.

Ambas colectividades coincidieron en que trasladar estas discusiones a la Casa de Nariño equivale a politizar un proceso que debe mantenerse dentro de los cauces institucionales. Con el respaldo de sus directivas y el compromiso de toda la bancada, tanto Centro Democrático como Cambio Radical consolidaron una posición unificada frente a la propuesta del Gobierno.

Mientras tanto, el proyecto de presupuesto continúa su trámite en las comisiones económicas del Congreso, en medio de un ambiente marcado por la desconfianza de la oposición y la insistencia del Ejecutivo en abrir espacios de concertación que, hasta ahora, no logran atraer a los sectores más críticos.