El presidente Gustavo Petro y el líder de la Andi, Bruce Mac Master, protagonizaron un nuevo choque público tras los señalamientos del mandatario, quien sugirió que el dirigente gremial habría tenido vínculos con un supuesto intento de golpe de Estado mencionado en las polémicas cartas del excanciller Álvaro Leyva.

En un trino publicado en su cuenta oficial, Petro cuestionó, “Bruce Mac Master no ha aclarado por qué es mencionado en las grabaciones de Leyva. ¿Se atrevió a colaborar en un golpe de Estado?”. En otro mensaje, agregó que la Fiscalía debería investigar la presunta sedición y sugirió que los aplausos que recibe el líder gremial estarían ligados a esos hechos.

Las declaraciones del mandatario encendieron la molestia de Mac Master, quien respondió con una serie de trinos en los que pidió al presidente “aclarar al país muchos temas pendientes”. Recordó que habló en su momento con Leyva sobre las mismas cartas que este divulgó y que, además, mantiene contacto frecuente con otros exministros del actual Gobierno.

El presidente de la Andi también criticó lo que llamó un estilo de liderazgo basado en el caudillismo y la adulación: “Uno de los múltiples problemas del caudillismo es que los seguidores se desfiguran tristemente por tratar de complacer a su líder”, escribió, en alusión a las reacciones de algunos ministros y congresistas frente a la controversia.

Mac Master fue más allá y le advirtió al jefe de Estado que, si continúa acusándolo de delitos sin pruebas, acudirá a la justicia nacional e incluso a instancias internacionales: “Más vale que tenga razones de fondo y pruebas concretas, porque de lo contrario tendremos que dirimirlo en la justicia y quizás no solo la nacional, sino frente a organismos internacionales, que protejan todos los derechos que usted viola cuando asume sus persecuciones antidemocráticas”.

La confrontación refleja el distanciamiento creciente entre el Gobierno y la Andi, gremio que organiza el Congreso Empresarial Colombiano en Cartagena, evento al que Petro no asistió la semana pasada y que marcó un nuevo capítulo en la tensión entre Palacio y el sector privado.