El presidente Gustavo Petro se pronunció por primera vez ante la ciudadanía tras la muerte del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, fallecido luego de dos meses en la Fundación Santa Fe, tras un atentado ocurrido el 7 de junio.

Durante la Ceremonia de Ascenso de Generales en Bogotá, el mandatario pidió un minuto de silencio y calificó el crimen como “un hecho de conmoción nacional”.

Petro vinculó el magnicidio con la seguridad en Colombia y aseguró que la investigación está en manos de las autoridades competentes. “El Gobierno y la Fiscalía han solicitado apoyo incluso de expertos internacionales para determinar las causas reales y la verdad del crimen”, dijo, subrayando que el país ha vivido décadas de violencia por venganza o conflictos políticos.

En su discurso, el mandatario mencionó amenazas previas a su hija Andrea y recordó los riesgos que ha enfrentado personalmente para mantener la coherencia en su gestión. Sin embargo, aclaró que, por el momento, no hay evidencia de que el asesinato de Miguel Uribe haya sido motivado por odio político y anunció que presentará denuncias contra quienes lo responsabilicen del crimen.

El jefe de Estado cometió un lapsus al referirse al senador como “Mario Uribe Turbay”, corregido de inmediato por un funcionario. Tras ello, continuó su intervención destacando que el magnicidio podría estar relacionado con grupos criminales o narcotraficantes, y no con razones políticas, enfatizando la necesidad de prudencia antes de atribuir responsabilidades.

El Gobierno decretó un día de duelo nacional, durante el cual se izará la bandera a media asta en edificios públicos, unidades militares, policiales y embajadas colombianas en el exterior. La medida ha generado debate, en parte por las polémicas declaraciones del jefe de despacho presidencial, Alfredo Saade, quien comparó el riesgo de la actividad política con manejar bicicleta.

Petro destacó la prioridad de su administración en la defensa de la vida por encima de cualquier ideología y lamentó que, pese a un gobierno progresista, ocurriera un atentado con resultado fatal contra un senador de la oposición. Reafirmó su compromiso con un “nuevo paradigma” basado en la protección de la vida como eje central de su acción política.