El presidente Gustavo Petro calificó de “traidores a la patria” a los congresistas colombianos que están gestionando respaldo en Estados Unidos para intervenir en decisiones judiciales del país, en un momento marcado por la condena en primera instancia contra el expresidente Álvaro Uribe.
En una intervención pública, el jefe de Estado criticó duramente a los sectores políticos que han viajado a Washington para influir en la opinión internacional respecto al proceso judicial contra Uribe. “A la justicia se le respeta, aquí y en Estados Unidos. Colombianos que se van allá a destruir la justicia en Colombia son traidores a la patria, no oposición. Una oposición no tiene esa indignidad”, afirmó Petro, visiblemente molesto.
El mandatario defendió la autonomía del poder judicial y advirtió que los jueces deben poder fallar con independencia, sin presiones externas ni amenazas. “Que se defiendan en los tribunales, están en su derecho. Pero los jueces deben ser libres de decidir, sin miedo ni amenazas. No jueces arrodillados porque en redes o en los medios insinúan que los van a matar por hacer justicia en Colombia”, añadió, en clara referencia al ambiente de polarización que rodea este proceso judicial.
Además, enfatizó que la paz en el país depende de la existencia de un sistema judicial sólido y sin interferencias. “Para que haya paz debe haber justicia. Y la justicia debe hablar libremente, cualquiera que sea su decisión. Este presidente las protegerá”, puntualizó al cerrar su intervención, en un tono que subrayó su intención de respaldar a la rama judicial frente a cualquier intento de injerencia.
En sus redes sociales, el presidente ya había hecho referencia a este tema horas antes: “Quienes van a EE. UU. a hablar con la extrema derecha para que desde allá se presione a la justicia colombiana, son apátridas. No se les puede llamar oposición, sino traidores a Colombia”, escribió en su cuenta de X.
Sus palabras se dan en medio del debate nacional por la reacción de varios sectores políticos frente al fallo judicial, y mientras el país observa con atención el desarrollo del proceso contra Uribe. Desde la Casa de Nariño, el mensaje del presidente fue claro: ninguna presión internacional debería permear la independencia de los jueces colombianos.







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