En medio del creciente pulso político entre el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Gustavo Petro, el líder del Centro Democrático publicó una carta firmada por Petro en 1991, en la que este se presenta como “miembro indultado del M-19”.

El documento fue revelado por Uribe a través de su cuenta en la red social X, luego de que Petro negara públicamente haber recibido un indulto tras su paso por la guerrilla.

La misiva, dirigida por Gustavo Petro al entonces director de la Sección Jurisdiccional de Orden Público, tiene fecha del 29 de octubre de 1991. En ella, Petro solicita un certificado judicial para poder asumir como congresista de la recién conformada Alianza Democrática M-19, indicando que, aunque había sido beneficiado con un indulto, aún existían registros de órdenes de captura en su contra por el proceso del Palacio de Justicia. Por ello, pedía que se le expidiera un documento que reflejara su situación jurídica para posesionarse en el cargo.

“Me identifico como miembro indultado del M-19 vinculado anteriormente al proceso penal del Palacio de Justicia”, se lee en el texto firmado por Petro. La divulgación del documento por parte de Uribe fue acompañada por el comentario: “Otra mentira del presidente Petro. Me respondió que no fue indultado, aquí escribió lo contrario”.

El cruce entre ambos se intensificó en días recientes, luego de que el presidente Petro publicara un mensaje en el que afirmaba no haber recibido ningún indulto. “No tengo indulto que renunciar, nunca lo recibí. Estuve en la cárcel preso y no me dieron prisión domiciliaria, eso sí me torturaron 7 días”, escribió el mandatario, en una respuesta directa a Uribe.

El documento que ahora sale a la luz parece contradecir esa afirmación. Además, la carta muestra que Petro reconocía en ese momento la existencia del indulto como base para normalizar su situación legal y asumir funciones públicas.

Este nuevo episodio se suma al tenso intercambio entre ambos líderes luego de que el presidente Petro lo invitara a acudir a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), sugiriendo que ambos podrían contar su verdad sobre hechos del conflicto armado colombiano. Uribe, por su parte, respondió cuestionando al jefe de Estado por casos como el de la financiación de campañas y reiterando que él no tiene por qué someterse a una justicia que considera inapropiada para su situación.

Aunque desde la Presidencia no se ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el documento publicado por Uribe, el episodio agudiza una confrontación política que ha ganado fuerza tras la condena de primera instancia en contra del expresidente, quien ha sido hallado responsable de soborno en actuación penal y fraude procesal. La defensa de Uribe ya anunció que apelará la decisión.

La divulgación de la carta de 1991 reabre preguntas sobre el papel del M-19 en la vida política y judicial del país, y pone nuevamente en el centro del debate la figura de Petro como actor de transición entre la insurgencia y la institucionalidad.