El respaldo que el presidente del Senado, Lidio García, expresó al expresidente Álvaro Uribe luego de su condena por soborno a testigos generó una respuesta inmediata por parte del presidente Gustavo Petro, en un nuevo episodio de tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo.

García calificó como “lamentable” la decisión de la jueza 44 penal de Bogotá, pero subrayó que se trata de un fallo de primera instancia y confió en que Uribe podrá demostrar su inocencia en las siguientes etapas del proceso. En su mensaje, además, instó a que los argumentos del exmandatario sean valorados con rigor, dada la sensibilidad política del caso.

A las pocas horas, Petro replicó directamente al senador cartagenero recordándole que “la justicia es independiente del legislativo” y que, como principio liberal, debe respetarse. El comentario del presidente, si bien fue breve, marcó distancia con cualquier intento de presión institucional sobre el fallo judicial.

En una segunda publicación, García respondió al jefe de Estado reconociendo el principio de independencia de poderes, pero defendiendo su derecho a manifestar apoyo personal a Uribe. “Coincidimos en que la justicia es independiente del poder legislativo y respetarla es un principio liberal”, dijo, aunque aclaró que eso no impide desear que el expresidente pueda probar su inocencia en las instancias que restan.

Este cruce de mensajes ocurre en medio del fuerte impacto político que ha generado la condena contra Uribe, un hecho sin precedentes en la historia reciente del país. Aunque García no se refirió directamente al fallo como una injusticia, su mensaje fue interpretado por sectores del petrismo como un respaldo institucional inapropiado.

El presidente Petro, por su parte, ha insistido en que la sentencia debe ser respetada como una expresión de autonomía judicial, mientras diversas figuras del uribismo han manifestado su desacuerdo con el fallo e insisten en que se trata de una persecución política.

En medio de este debate, el pronunciamiento de Lidio García cobra especial relevancia al provenir de una figura que, si bien es liberal, ha mantenido cercanía con distintos sectores políticos, incluyendo el uribismo. Su respuesta final pareció buscar un tono más conciliador, intentando cerrar el intercambio sin escalar la controversia institucional.