La canciller Rosa Yolanda Villavicencio representará a Colombia en la Conferencia Internacional de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre Palestina, que se llevará a cabo este lunes en Nueva York. El encuentro, copresidido por Francia y Arabia Saudita, busca avanzar en la implementación de la solución de dos Estados en el conflicto entre Israel y Palestina.
La cumbre es vista como una plataforma clave para consolidar consensos en las áreas política, jurídica, económica y humanitaria, y sentar las bases para una paz duradera. Según explicó la Cancillería en un comunicado, esta sesión ministerial será el cierre de meses de trabajo diplomático conjunto y busca transformar los compromisos internacionales en acciones concretas.
Villavicencio también sostendrá encuentros bilaterales con su homólogo de Jordania, Ayman Safadi; con la canciller del Estado de Palestina, Varsen Aghabekian Shanin, y con el viceprimer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, quien también lidera las carteras de Exteriores, Comercio Exterior, Cooperación para el Desarrollo y Asuntos Humanitarios.

Además, la ministra coliderará junto a Sudáfrica una nueva reunión del Grupo de La Haya, que fue creado para coordinar acciones internacionales frente a la crisis en Gaza.
En su último encuentro, realizado en Bogotá, 12 de los 32 países participantes firmaron una declaración que propone bloquear el suministro de armas, combustible y equipo militar a Israel, así como impedir el tránsito de buques con destino a ese país y revisar contratos públicos que puedan estar apoyando la ocupación.
Esta nueva reunión en Nueva York se da pocos días después de que el presidente Gustavo Petro anunciara la prohibición de exportar carbón a Israel, y acusara al exministro Germán Umaña de haberlo “engañado” respecto a las medidas comerciales adoptadas en medio del conflicto.
La participación de Colombia en estos escenarios internacionales ratifica la línea crítica del gobierno Petro hacia el accionar de Israel en Gaza y su respaldo explícito a la causa palestina, en momentos en que crecen los llamados globales a una solución diplomática sostenible.







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