Durante la instalación de la última legislatura del Congreso este 20 de julio, el presidente Gustavo Petro recibió duras críticas por parte de la representante Lina María Garrido, del partido Cambio Radical, quien lo acusó de no cumplir sus promesas y de “traicionar a Colombia”. Horas más tarde, el mandatario respondió desde su cuenta en X, asegurando que escuchó su intervención completa y la calificó como “insultos y mentiras”.

Garrido, quien tuvo la oportunidad de replicar como integrante de la oposición, expresó su arrepentimiento por haber votado por Petro. “Lo hicimos porque estábamos cansados de las promesas. Hoy, tres años después, no hay nada que mostrar”, afirmó. También cuestionó que el mandatario no se refiriera al atentado reciente contra el senador Miguel Uribe, quien permanece hospitalizado.

La congresista también enumeró varios escándalos que han rodeado al Gobierno, como el caso UNGRD, los contratos de Ecopetrol y los señalamientos contra Nicolás Petro. Según ella, el Ejecutivo está “marcado por la corrupción”.

Luego de su intervención, Petro se retiró del Capitolio junto a sus ministros, lo que llevó a Garrido a ironizar diciendo que “salió corriendo”. Más tarde, el presidente respondió: “No estoy acostumbrado a salir corriendo. Escuché toda la intervención de la parlamentaria Garrido; no dio cifras, no demostró que las mías sean falsas. Solo escuché insultos y mentiras”.

En su extenso discurso, de más de dos horas, Petro defendió su gestión destacando la reducción de la inflación, el avance hacia una economía descarbonizada y el fortalecimiento de la educación superior gratuita. Reconoció, sin embargo, que su promesa de alcanzar la “paz total” aún no se ha cumplido.

Al cierre de su mensaje en redes, Petro afirmó que la oposición se basa en “el insulto y la mentira” y que la congresista Garrido “no quedará en su memoria”. Estas declaraciones avivaron aún más la tensión política en una jornada ya marcada por el cruce de acusaciones.

La controversia refleja el ambiente polarizado con el que arranca el último tramo del actual periodo legislativo, con una oposición crítica y un Gobierno que insiste en defender los logros alcanzados hasta ahora.