Mientras el Senado se prepara para votar los últimos 19 artículos de la reforma laboral, centrales obreras y sindicatos convocaron a un plantón este lunes 16 de junio frente al Congreso, en la Plaza de Bolívar, con el respaldo abierto del presidente Gustavo Petro y varios de sus ministros.
El objetivo será presionar al Legislativo para que apruebe la iniciativa con los cambios exigidos por el Gobierno, en medio de la controversia que ha generado la convocatoria a una consulta popular si el proyecto no avanza.
La jornada será decisiva para la suerte de la reforma, que ha tenido una accidentada trayectoria en el Congreso. Tras el hundimiento de la primera versión en la Cámara, el Ejecutivo revivió el proyecto con una nueva redacción, que actualmente enfrenta resistencia en el Senado. En paralelo, Petro firmó esta semana el decreto que convoca a consulta popular para el 7 de agosto, asegurando que la derogará si el Congreso aprueba una reforma con puntos clave como el pago del 100 % de recargos dominicales, la reducción efectiva de la jornada laboral y la formalización de aprendices del Sena.
“Estamos defendiendo una reforma laboral que recupere derechos y no que los recorte”, afirmó Jaime Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quien encabeza la movilización junto a otras organizaciones sindicales. El dirigente llamó a “presionar muy fuertemente” al Senado para evitar lo que denominó una “contrarreforma”, en referencia a los artículos que algunos congresistas buscan modificar o eliminar.
El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, también respaldó la convocatoria y reiteró que el Gobierno sigue abierto al diálogo, pero no cederá en los principios de la iniciativa. “Seguimos apostando por el consenso, pero nunca a costa de la dignidad de quienes con su trabajo mueven y sostienen este país”, dijo.
Pese al respaldo oficial, el Gobierno enfrenta un escenario complejo. Las movilizaciones recientes no han tenido la misma fuerza en todo el país, y aunque Cali mostró una respuesta significativa, en otras ciudades la asistencia fue baja. A esto se suma la creciente distancia de sectores del Congreso con la Casa de Nariño, agudizada por el clima político tras el atentado al senador Miguel Uribe.
Petro advirtió que, si no se aprueba la reforma ni se concreta la consulta, el camino será una Asamblea Nacional Constituyente. Por ahora, el foco está en el lunes, cuando se sabrá si el Senado acoge o no las exigencias que el oficialismo considera innegociables.







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