Durante un foro con la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), el expresidente Juan Manuel Santos expresó preocupación por el rumbo de las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, al comparar los liderazgos de Gustavo Petro y Donald Trump, a quienes calificó como “presidentes fosforitos que se prenden muy fácilmente”.

Santos llamó a manejar las tensiones mediante la diplomacia y criticó los enfrentamientos públicos entre mandatarios. “No les demos pie para que se prendan”, advirtió al recordar el incidente de enero pasado, cuando un trino del presidente Petro provocó una crisis diplomática por el rechazo al ingreso de aviones con migrantes colombianos deportados desde EE. UU. “Lo que casi nos cuesta esa situación se resolvió por la vía de las conversaciones privadas”, puntualizó.

El exmandatario también alertó sobre un debilitamiento del respeto por los tratados internacionales en ambos países. “Ambos presidentes están siendo acusados en sus respectivos países por desacato: a la justicia, a los tratados, a las normas. Entonces, el respeto por los tratados va a ser, a mi juicio, mucho más reducido de lo que debería”, afirmó.

Santos cuestionó además la implementación de la política de “paz total”, señalando que fue “mal concebida” y carece de rigor. Según él, “no ha habido garrote, solo zanahoria” frente a los grupos armados, lo cual ha sido aprovechado por los interlocutores para fortalecerse.

En su repaso por las relaciones bilaterales, destacó que durante su gobierno se alcanzó “el punto más alto” con Estados Unidos bajo la administración de Barack Obama, cuando el Plan Colombia fue reemplazado por el programa Paz Colombia. También reprochó la intervención del expresidente Iván Duque en la política interna de EE. UU., calificándola como “un error graso”.

Finalmente, Santos relató experiencias personales con Donald Trump, incluyendo el intento del entonces presidente estadounidense por anunciar compras militares no acordadas y la propuesta de invadir Venezuela. Estos episodios, afirmó, refuerzan la necesidad de preservar los canales diplomáticos tradicionales.