La consulta popular que el Ejecutivo quiere llevar a las urnas dependerá de una mayoría absoluta en el Senado para ser aprobada. Así lo advirtió el secretario general, Diego González, quien recordó que se requieren al menos 53 votos afirmativos de los 102 senadores para dar luz verde a la propuesta.

Según explicó González, este procedimiento está reglamentado por la Ley 134 de 1994, que establece que cualquier solicitud de consulta debe recibir un concepto favorable de la plenaria. “Sin ese aval, no es posible convocarla. Es un requisito de procedibilidad”, puntualizó.

Además, dejó claro que el rol del Senado no es simbólico: si no se pronuncia positivamente, el mecanismo de consulta popular no puede ser implementado. “Se podrán considerar otros tipos de participación ciudadana, pero no este”, aclaró el funcionario.

En estos momentos, la mesa directiva del Senado tiene en sus manos la responsabilidad de definir cómo se estudiará la solicitud que el presidente Gustavo Petro pretende radicar oficialmente el 1 de mayo, coincidiendo con las movilizaciones del Día del Trabajo.

Desde el propio Gobierno se reconoce que las mayorías están lejos de alcanzarse. El ministro del Interior, Armando Benedetti, admitió que no cuentan con los votos necesarios y que será indispensable iniciar conversaciones con distintas bancadas para tratar de construir apoyos.

El camino legislativo, por tanto, se perfila cuesta arriba. Mientras el Ejecutivo prepara su presentación formal, el panorama político se torna incierto, en un escenario donde el respaldo del Senado es más que un trámite: es la puerta de entrada a las urnas.