El Partido Alianza Verde enfrenta hoy una votación clave que podría definir su futuro político. En el Salón Rojo del Hotel Tequendama en Bogotá, los 58 miembros del directorio nacional debatirán la solicitud de escisión presentada por un grupo de congresistas que buscan separarse y formar una nueva colectividad, argumentando diferencias con la actual postura del partido frente al Gobierno de Gustavo Petro.
La petición ha sido impulsada por los congresistas Angélica Lozano, Katherine Miranda, Catherine Juvinao, Carolina Giraldo, Cristian Avendaño y Alejandro García, quienes han cuestionado la participación del partido en el Ejecutivo, con presencia en los ministerios de Transporte y Trabajo. Según García, la escisión es un mecanismo similar a un divorcio que permitiría a los disidentes conformar un nuevo movimiento político sin perder su representación.
El proceso, sin embargo, ha generado resistencia dentro del partido. Para que la separación se haga efectiva, se requiere el voto favorable de al menos 44 de los 58 integrantes del Directorio Nacional. Aunque figuras como el representante Jaime Raúl Salamanca respaldan la escisión, asegurando que permitirá reorganizar al partido en torno a su ideario original, otros sectores insisten en que la colectividad debe mantenerse unida y renovarse desde dentro.
La representante Olga Lucía Velásquez, opuesta a la separación, expresó que si bien respeta la decisión de quienes desean marcharse, no comparte la idea de que los que se quedan sean responsables de los problemas del partido. «El Partido Verde ha cambiado muchas veces, pero siempre para avanzar, innovar y proponerle al país cosas distintas, no para romper», afirmó.
A nivel regional, la discusión también ha generado posturas encontradas. En Santander, varios diputados y concejales han manifestado su inconformidad con la forma en que se ha llevado el proceso, exigiendo mayor participación de las bases del partido en la decisión. El diputado Danovis Lozano enfatizó que la escisión no debería decidirse únicamente en Bogotá sin consultar a las estructuras locales. Por su parte, su colega Giovanny Leal se declaró partidario de la división, argumentando que las diferencias internas hacen inviable una convivencia política en el partido actual.
El resultado de la reunión de hoy será determinante para el futuro del Partido Verde y podría reconfigurar el panorama político de cara a las próximas elecciones. Si la escisión no logra la mayoría necesaria, la decisión quedará aplazada para una futura votación.







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