El Gobierno de Gustavo Petro defendió ante la ONU una revisión de la política global antidrogas y pidió la exclusión de la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas.

La ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, intervino en la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, donde aseguró que la estrategia internacional contra las drogas ha fracasado. A pesar de los miles de millones invertidos en su combate, el consumo, la producción y el tráfico no han disminuido.

Sarabia insistió en que la evidencia científica respalda el uso de la hoja de coca en productos industriales y tradicionales sin que esto implique un riesgo para la salud. “La ciencia demostrará que la hoja de coca en sí misma no es perjudicial. Solo podremos arrebatársela a los narcotraficantes si aprovechamos su potencial en fertilizantes, bebidas y otros usos industriales”, afirmó.

Además, la canciller advirtió sobre los efectos negativos del narcotráfico en el país. “Ha frenado el desarrollo, ha victimizado a millones de campesinos, ha financiado grupos armados y ha devastado ecosistemas esenciales como la Amazonía”, señaló.

El Gobierno colombiano destacó que su estrategia antidrogas no implica abandonar la lucha contra el narcotráfico. Desde agosto de 2022 hasta enero de 2025, las autoridades han incautado más de 1.9 millones de kilos de cocaína, más de 215 mil kilos de base de coca y han desmantelado 454 laboratorios clandestinos.

En su intervención, Sarabia también subrayó la necesidad de generar alternativas económicas para las regiones más afectadas por el narcotráfico, como el Catatumbo y el Cañón del Micay. “No podemos permitir que las comunidades queden atrapadas en la violencia y el abandono. Debemos llevar recursos y proyectos de transformación territorial a quienes más lo necesitan”, concluyó.