El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y el embajador de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, sellaron este viernes un acuerdo para combatir la explotación sexual de menores, un delito en aumento en la ciudad. La alianza, que incluye el apoyo del FBI y la iniciativa HSI, busca reforzar operativos y prevención ante un incremento del 1.100% en capturas de extranjeros por este delito en 2024, con 12 casos frente a uno en 2023, y 23 detenciones adicionales por otros delitos sexuales, un alza del 283%.

La reunión, celebrada en la capital antioqueña, priorizó la creación de grupos de búsqueda para localizar a menores desaparecidos, integrando a la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y la Secretaría de Seguridad y Convivencia. Entre las medidas acordadas destaca la implementación de la Alerta Amber con asistencia del FBI, así como la campaña Guardians-Me Protejo, programada para el 26 y 27 de marzo en tres instituciones educativas, apoyada por HSI. Estas acciones buscan acelerar la respuesta a desapariciones y sensibilizar a la población.

El apoyo estadounidense también abarca proyectos sociales como ‘Parceros y Parceras’, enfocados en derechos humanos y prevención del consumo de sustancias psicoactivas. Gutiérrez logró comprometer a EE. UU. a respaldar iniciativas de desarrollo local, mientras se reportaron cinco inadmisiones de ciudadanos estadounidenses en el Aeropuerto José María Córdova en febrero de 2025, como parte de controles migratorios estrictos. Las estadísticas reflejan un desafío creciente, con la ciudad enfrentando un aumento notable de casos vinculados a extranjeros, especialmente norteamericanos.

Cooperación que trasciende la seguridad

La alianza no se limita a la seguridad. Ambos líderes destacaron el interés en fortalecer la inversión y el desarrollo de Medellín, integrando esfuerzos contra la explotación con proyectos sociales. La Policía y la Fiscalía han intensificado operativos, mientras la Secretaría de Seguridad y Convivencia coordina localmente. Este enfoque conjunto busca no solo castigar a los responsables, sino prevenir el delito mediante educación y apoyo comunitario.

El caso sigue en evolución, con la campaña de marzo como un paso inicial. La colaboración con EE. UU. podría expandirse a otros frentes, dependiendo de los resultados. Con la Alerta Amber ya activa y la presencia del FBI, Medellín apuesta por una estrategia integral que podría servir de modelo para otras ciudades afectadas por este flagelo.