La Cámara de Representantes aprobó en segundo debate la reforma a la salud del gobierno de Gustavo Petro, un proyecto clave que ahora pasa a la Comisión Séptima del Senado. Con 90 votos a favor y 28 en contra, la iniciativa, que busca transformar el sistema sanitario colombiano, superó este jueves un nuevo obstáculo tras hundirse el año pasado en el Congreso.

El presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, confirmó la aprobación de 83 artículos, de los cuales 11 se mantuvieron como estaban en la ponencia y 51 fueron modificados en plenaria. “La Cámara ha cumplido con garantizar la universalidad de los derechos fundamentales”, celebró Petro en X. El ministro del Interior, Armando Benedetti, destacó que la reforma asegura “un cuidado integral, transparencia en los recursos y el fin del paseo de la muerte”.

El proyecto convierte a las EPS en gestoras de salud y vida, con un plazo de dos años para adaptarse, y fortalece a la Administradora de los Recursos de la Salud (Adres) como entidad encargada de recaudar y girar fondos públicos. También prioriza la prevención mediante Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) y equipos territoriales, además de mejorar las condiciones laborales del personal médico y el suministro de medicamentos. La Comisión Asesora y el Consejo Nacional de Salud seguirán definiendo la Unidad de Pago por Capitación (UPC).

Un sistema en crisis bajo la lupa

La reforma llega en un momento crítico para el sistema de salud colombiano, con varias EPS intervenidas por el gobierno debido a problemas financieros. Entre los cambios aprobados, se creó el Fondo Único Público de Salud, administrado por Adres, con subcuentas para atender necesidades específicas. Además, se establecieron auditorías y un modelo de seguimiento financiero para optimizar recursos, con énfasis en zonas rurales y de difícil acceso.

El texto, que ya había sido aprobado en 2023 por la Cámara pero archivado en el Senado por nueve votos en contra, sigue generando debate. Asociaciones médicas y de pacientes han criticado la propuesta, mientras el gobierno insiste en que es un paso hacia la equidad. Con el Senado como próximo escenario, el futuro de la reforma pende de un hilo en un país donde la salud sigue siendo un desafío urgente.