El partido Nuevo Liberalismo rechazó el proyecto de resolución del Ministerio de Ambiente sobre la ordenación ambiental de la Sabana de Bogotá, al considerarlo una amenaza a la autonomía territorial y un obstáculo para proyectos estratégicos de movilidad e infraestructura. La decisión, que busca proteger el ecosistema de la región, enfrenta críticas de la bancada y la Alcaldía de Bogotá, liderada por Carlos Fernando Galán, quienes exigen su retiro y un proceso de construcción colectiva.

El partido emitió un comunicado donde pide la retirada del documento y un nuevo inicio del proceso. “Estamos de acuerdo con avanzar en decisiones que reduzcan el riesgo ambiental, pero eso se logra con una visión colectiva, no unilateral”, afirmó la agrupación. Juan Manuel Galán, director del partido, reforzó esta postura al señalar que la resolución “bloquea el desarrollo y la expansión de proyectos estratégicos que mejorarían la movilidad y la infraestructura de Bogotá”, esenciales para enfrentar los retos de crecimiento urbano.

La Alcaldía, por su parte, respaldó esta solicitud, argumentando que ya demuestra compromiso ambiental con avances visibles en la recuperación de los cerros orientales y la Reserva Van der Hammen. Desde el Ministerio de Ambiente, la propuesta se justifica como una medida para proteger la Sabana ante posibles impactos ecológicos, pero el Nuevo Liberalismo insiste en que las regulaciones deben armonizar conservación y desarrollo, sin imponerse sobre las necesidades locales.

Tensiones entre protección y progreso

El conflicto pone en evidencia una brecha entre las prioridades nacionales y distritales. Mientras el gobierno busca fortalecer la protección ambiental, la Alcaldía y el Nuevo Liberalismo destacan la necesidad de proyectos que mejoren la calidad de vida y la competitividad de Bogotá. El partido subrayó que el crecimiento de la ciudad plantea retos inaplazables en movilidad y planificación, pero reafirmó su compromiso con la sostenibilidad, reconociendo la Sabana como un espacio de alto valor ecológico.

La encuesta no detalla datos específicos sobre la opinión pública, pero el rechazo del partido refleja un sentir compartido con sectores que ven en la resolución una limitación a la autonomía territorial. El Nuevo Liberalismo propuso un diálogo con el Ministerio de Ambiente y entidades nacionales para concertar soluciones que equilibren ambos objetivos. “Invitamos a establecer mecanismos efectivos con la administración distrital y actores involucrados”, concluyeron.

Con el tema aún en debate, la presión sobre el Ministerio podría forzar ajustes. El caso permanece abierto, y su resolución determinará si Bogotá avanza hacia un modelo de desarrollo sostenible consensuado o si persisten las tensiones entre gobierno y territorio.