Santos y Uribe desatan nueva batalla en redes: acusaciones mutuas y polémicas declaraciones

El expresidente Juan Manuel Santos respondió con firmeza a las recientes acusaciones de su antecesor, Álvaro Uribe, quien ha lanzado duras críticas en su contra a través de redes sociales. En un mensaje claro, Santos acusó a Uribe de intentar desviar la atención de sus propios problemas judiciales mediante ataques infundados y calumnias.

Santos recordó que Uribe lleva más de 14 años atacando a su gobierno, y destacó que los recientes comentarios del exmandatario sobre el Plan Colombia y la seguridad del país carecen de fundamento. El exmandatario defendió su gestión, refiriéndose al Plan Colombia como una política iniciada durante el gobierno de Andrés Pastrana y continuada exitosamente bajo su administración con el apoyo de los Estados Unidos. Según Santos, su gobierno convirtió este plan en el programa “Paz Colombia”, que permitió mantener el apoyo militar y mejorar la seguridad en varias regiones del país.

El exmandatario resaltó que durante su mandato, Colombia experimentó su año más seguro en medio siglo (2017), con una disminución histórica de los índices de violencia gracias a una estrategia de seguridad basada en inteligencia efectiva y respeto por los derechos humanos. Sin embargo, aseguró que el actual deterioro de la seguridad es responsabilidad de los gobiernos posteriores a su mandato, quienes decidieron implementar una política de “borrón y cuenta nueva” que interrumpió las políticas efectivas de seguridad.

Santos también rechazó la crítica de Uribe sobre el Acuerdo de Paz con las FARC, recordando que la crisis de seguridad actual podría haberse evitado con la implementación total de dicho acuerdo. Al respecto, destacó que el Consejo de Seguridad de la ONU ha reconocido los avances de la implementación de la paz.

En su mensaje, Santos apeló a la necesidad de unidad nacional y urgió a Uribe a dejar de lado la confrontación, buscando en su lugar soluciones a los desafíos que enfrenta el país. Citando al líder sudafricano Nelson Mandela, Santos subrayó que “la mejor arma es sentarse a dialogar”, invitando a su colega a un debate respetuoso basado en hechos y cifras, sin recurrir a ataques personales o polarización.

La respuesta de Uribe: fuertes acusaciones hacia Santos

A través de su cuenta en X, Álvaro Uribe no tardó en responder a Santos, arremetiendo contra él con duras acusaciones. El expresidente lo tildó de «cínico» y «solapado», acusándolo de traicionar los principios con los que fue elegido y de haber sido parte de una serie de hechos que, según él, dañaron al país.

Uribe recordó los episodios más polémicos de la presidencia de Santos, como el acuerdo con las FARC y la implementación del acuerdo de Paz. En su respuesta, el exmandatario aseguró que Santos destruyó el Plan Colombia, al que calificó como mucho más robusto y eficaz que el programa de “Paz Colombia” propuesto por Santos, que no logró el mismo nivel de apoyo y recursos.

Uribe también refirió el impacto de la seguridad durante el gobierno de Santos, acusando a su sucesor de traicionar las políticas de seguridad implementadas por él, que permitieron una reducción significativa de homicidios en el país. Según Uribe, bajo el mandato de Santos aumentaron indicadores de criminalidad como el hurto, la extorsión y los ataques a la infraestructura petrolera.

El expresidente también se refirió al acuerdo con las FARC como la causa de los problemas de seguridad actuales, señalando que la política de desmovilización y paz con la guerrilla favoreció a los narcotraficantes y permitió el crecimiento del crimen en el país. Uribe concluyó su mensaje acusando a Santos de haber hecho concesiones a las FARC y de haber dejado al país en una situación de vulnerabilidad frente al narcotráfico y el terrorismo.

Esta disputa entre Santos y Uribe se enmarca en una guerra verbal que ha perdurado más de una década, donde ambos expresidentes han intercambiado ataques por sus respectivas gestiones. Mientras Santos llama a la unidad y al diálogo, Uribe mantiene sus críticas hacia lo que considera un legado de “rendición ante el crimen y el terrorismo” por parte de su sucesor.

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