El conflicto entre el Estado colombiano y la firma Thomas Greg & Sons por el contrato para la fabricación de pasaportes ha llegado a su fin, luego de que la empresa decidiera retirar la demanda por más de 117.000 millones de pesos, interpuesta después de que el Gobierno suspendiera la licitación que otorgaba a la compañía la exclusividad en la fabricación de los documentos.

Thomas Greg & Sons decidió desistir de su demanda contra el Estado colombiano por la adjudicación del contrato de fabricación de pasaportes, tras el establecimiento de un nuevo modelo de gestión liderado por el Ministerio de Relaciones Exteriores bajo la dirección de Luis Gilberto Murillo. Este modelo de producción incluye la participación de la Imprenta Nacional y la colaboración de actores internacionales, buscando diversificar el proceso de fabricación y garantizar mayor competitividad. Además, se han introducido medidas como la reducción en el costo de los pasaportes y la implementación de un sistema de agendamiento virtual para facilitar el acceso de los ciudadanos al servicio.

El desistimiento de la demanda por parte de Thomas Greg & Sons pone fin a un proceso que había generado incertidumbre sobre el futuro de la emisión de pasaportes en Colombia, y refleja una resolución que permite estabilizar el servicio. Aunque no se proporcionaron detalles sobre los términos específicos del desistimiento, la decisión contribuye a aliviar la tensión generada por el conflicto y a mejorar la percepción sobre la gestión pública en este ámbito.

Este desenlace también resalta las diferencias con la administración anterior, en cabeza de Álvaro Leyva, que había enfrentado críticas por la falta de transparencia en la adjudicación del contrato. El Gobierno actual, con su nuevo enfoque liderado por Murillo, buscó garantizar una mayor transparencia y eficiencia en la administración de los servicios públicos relacionados con la fabricación de pasaportes.